diumenge, 2 de febrer del 2014

LA ORUGA DEL PINO O PROCESIONARIA

    Este insecto, es un lepidóptero nocturno (Thaumatopea pytocampa). Cuando acaba el verano, las mariposas macho fecundan a las hembras y éstas depositan los huevos en forma de cápsulas en las hojas de los pinos.
    Tras pasar varias fases del ciclo, se alcanza la fase 3 de larva, la que mejor conocemos porque se caracteriza por la construcción del nido (bolsa de seda) en el pino.
 
  
 
   Es a partir de la primavera, por la subida de las temperaturas, cuando las orugas del pino bajan por el tronco, en fila, formando una larga hilera (de ahí su nombre, porque parece que van en procesión), para poder enterrarse y formar las crisálidas (capullos de seda), que saldrán al final del verano siguiente como mariposas.
 
 
 
    Es éste el momento más peligroso para nuestros perros, pues el contacto de este insecto con la piel, provoca una fuerte reacción alérgica (dermatitis urticante) que puede tener consecuencias fatales. La localización más frecuente es la oral, cuando el perro intenta ingerirla.
    De los pelos de la oruga se libera una sustancia llamada "taumatopenia", que da lugar a la liberación de histamina, ocasionando una gran reacción inflamatoria.
 
    SÍNTOMAS:
 
    Veremos que nuestro perro presenta nerviosismo, constante deglución rápida, saliva de forma excesiva, se toca la boca con las patas.... En pocos minutos se puede llegar a incapacidad de cerrar la boca (debido a la inflamación), con angioedema, glositis (inflamación de la lengua) y cianosis de la lengua por dificultad del retorno venoso. La lesión local evoluciona a necrosis, perdiendo el tejido.
    Si no se soluciona, aparecen signos generales como disnea (dificultad para respirar), edema laríngeo (si ha ingerido pelos), hipertermia (aumento de su temperatura corporal), convulsiones y muerte del animal.
 
    TRATAMIENTO:
 
    Rápidamente acudir a un veterinario, donde le administrarán los fármacos necesarios. Cuanto antes se aplique el tratamiento, menores son las secuelas.
    Pero mientras tanto, podéis lavar la lengua con agua caliente (el calor desactiva la toxina). Nunca frotar la zona para no romper los pelos y que liberen más toxinas.