diumenge, 21 d’agost del 2016

CÓMO ACTUAR ANTE LA PICADURA DE MEDUSAS EN PERROS

Hay que tener mucha precaución con la picadura de medusa en el perro. En el mar existen entre 350 y 500 especies diferentes de estos animales. Al igual que a nosotros, a nuestros perros les encanta disfrutar de un buen chapuzón en la playa, aunque irremediablemente también están expuestos a los mismos peligros.
España cuenta con más de 8.000 kilómetros de costa, lo que ha hecho que se haya convertido en un perfecto destino de vacaciones. Afortunadamente para todos los propietarios de mascotas, cada vez hay más playas habilitadas para perros con las que tanto perros como personas pueden disfrutar de un rato agradable

Las medusas
Como ya hemos dicho, en el mar existen entre 350 y 500 especies de medusas, pero las que se observan más frecuentemente en nuestras playas son Chysaora hysoscellaPelagia noctilucaRhizostoma pulmo y Cothilorhiza tuberculata.
Las medusas pertenecen al grupo de los cnidarios. En este grupo encontramos los pólipos y las medusas, de vida libre y con los tentáculos hacia abajo. Su peligro radica en la existencia de células urticantes, denominadas nidoblastos o nematocitos.
Estos nematocitos son células rellenas de veneno que poseen un dardo o aguijón para inocularlo, denominado nematocisto, y un “gatillo disparador” llamado nidocilio. Al entrar en contacto con la piel de la víctima, liberan el veneno en 3 milisegundos.

La picadura de estos animales origina lesiones que van desde un ligero escozor en la piel hasta dolorosas heridas o incluso la muerte dependiendo de la especie.
Los perros
Los perros son blancos fáciles para las medusas por su carácter curioso y juguetón. Las picaduras en ellos son tan dolorosas como en las personas. En principio están más protegidos por su pelaje y sus almohadillas plantares y palmares, que son duras, impermeables y bastantes resistentes, pero hay localizaciones más propicias a sufrir cierto tipo de lesiones: trufa y cavidad oral, cara interna de las orejas, abdomen y en la región inguinal (donde el pelo es menos abundante).
Los signos que se presentan tras la picadura de medusa en el perro son:
Dolor
-  Eritema (enrojecimiento de la piel).
 - Edema (hinchazón causada por la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo).
- Prurito (picor).
 - Pápulas (protuberancias de la piel).
 En algunas ocasiones pueden aparecer complicaciones como cansancio, “llanto” y dificultades respiratorias.

¿Cómo actuar ante un caso de picadura de medusa en el perro?
Intentar que no se rasque y mantenerlo lo más quieto posible para que el veneno no se extienda. Igualmente hay que evitar el lamido.
Aplicar hielo durante 15 minutos, evitando el contacto directo sobre la piel del animal (se debe envolver con una toalla o una bolsa de plástico). Con esto se pretende provocar el efecto de anestesia local por frío y, de este modo, reducir el dolor.
Examinar la piel y el pelo en busca de restos de la medusa o sus tentáculos.
Retirar los mismos (siempre hay que usar guantes ya que aún puede picar) y aclarar con agua salada.
No se debe emplear agua dulce puesto que favorece la descarga de los nematocistos.
Simultáneamente, raspar con cuidado la zona con, por ejemplo, una tarjeta de crédito. No hay que utilizar agua dulce ni frotar la piel del animal, puesto que estas dos acciones favorecen la descarga de los nematocistos.
Lavar con una solución de ácido acético al 5-10% (vinagre) durante 10 o 15 minutos. Las soluciones ácidas inactivan la descarga de los nematocistos, aunque no eliminan el dolor.
Secar la piel y aplicar pomadas analgésicas (lidocaína o benzocaína), con corticoides o antihistamínicos para aliviar la reacción alérgica.
Es evidente que los cuidados médicos quedan reservados para los veterinarios con formación y experiencia adecuados, pero también está claro que se producen muchas situaciones de urgencias y emergencias en las que puedes ser de gran ayuda si les explicas a los propietarios lo que pueden hacer en esos casos antes de trasladar a la mascota a una clínica veterinaria
En las picaduras por medusas, la velocidad con la que actúes puede ser la clave del éxito del tratamiento posterior

Fuente: ateuves 11 julio 2016

DETECTADA UNA ESPECIE DE LEISHMANIA NO DESCRITA ANTES EN ESPAÑA

Gracias a técnicas de biología molecular, un grupo de científicos ha detectado, por primera vez en España, ADN del parásito Leishmania tarentolae en el mosquito flebotomo Sergentomyia minuta. Según el trabajo, la identificación de potenciales vectores de Leishmania es un paso esencial en los estudios de transmisión de enfermedades transmitidas por artrópodos a animales y humanos.



En España, conviven con nosotros varias especies de flebotomos, pero son dos, Phlebotomus perniciosus y Phlebotomus ariasi, los que transmiten el parásito Leishmania infantum, causante de la leishmaniosis, una enfermedad endémica en España, Portugal y los países de la cuenca mediterránea.
El protozoo Leishmania infantum contagia principalmente a los perros, aunque también puede provocar leishmaniosis cutánea y visceral en el hombre.
Un grupo de investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura, en colaboración con expertos del Instituto de Higiene y Medicina Tropical de Lisboa, ha detectado mediante técnicas de biología molecular,  ADN  de Leishmania en Sergentomyia minuta. La caracterización de las secuencias de ADN obtenidas por los análisis filogenéticos han revelado una estrecha relación con Leishmania tarentolae, así como con cepas patógenas humanas y caninas de origen asiático, en este caso procedentes de China, y descritas anteriormente como Leishmania sp.
Con este hallazgo publicado en la revista Parasitology Research, los investigadores extremeños pretenden llamar la atención de las autoridades y otros grupos de investigación sobre la importancia de estudiar otros vectores de Leishmania, ya que es esencial para el seguimiento y control de la enfermedad.
“Según nuestros datos, esta es la primera identificación de flebotomos naturalmente infectados con Leishmania tarentolae en España. Creemos que la posible infección de otras especies de flebotomos con otras especies de Leishmania en nuestro país debe tenerse en cuenta en los estudios epidemiológicos a realizar en áreas donde la leishmaniosis es endémica”, afirma el investigador Daniel Bravo Barriga, autor de la tesis doctoral que sobre este tema verá la luz próximamente y miembro del Grupo que trabaja en la línea de investigación sobre vectores y enfermedades vectoriales en Extremadura, que financia el gobierno regional y coordinada por los profesores Reina, Frontera, Serrano y Pérez-Martín. 
Conocer mejor la genética de los parásitos
Leishmania tarentolae es una sauroleishmania que infecta habitualmente a lagartos (en su mayoría geckos de la especie Tarentolae annulae), pero no es considerado patógeno para los seres humanos. Sin embargo, los científicos no descartan el hecho de que estos parásitos puedan causar infecciones asintomáticas en las personas. Se han realizado ensayos en laboratorio que han demostrado su capacidad de infectar células fagocíticas humanas, en las que el parásito adquiere la forma amastigote, invasiva en el hospedador vertebrado, aunque no hay evidencia clara de su replicación eficiente dentro de los macrófagos. 

Fuente: Universidad de Extremadura, 11 julio 2016