Hay que tener mucha precaución con la picadura de medusa en el perro.
En el mar existen entre 350 y 500 especies diferentes de estos animales.
Al igual que a nosotros, a nuestros perros les encanta disfrutar de un
buen chapuzón en la playa, aunque irremediablemente también están expuestos a
los mismos peligros.
España cuenta con más de
8.000 kilómetros de costa, lo que ha hecho que se haya convertido en un
perfecto destino de vacaciones. Afortunadamente para todos los propietarios de
mascotas, cada vez hay más playas habilitadas para perros con las que tanto
perros como personas pueden disfrutar de un rato agradable
Las medusas
Como ya hemos dicho, en el
mar existen entre 350 y 500 especies de medusas, pero las que se
observan más frecuentemente en nuestras playas son Chysaora hysoscella, Pelagia noctiluca, Rhizostoma pulmo y Cothilorhiza
tuberculata.
Las medusas pertenecen al grupo de
los cnidarios. En este grupo encontramos los pólipos y las medusas, de vida
libre y con los tentáculos hacia abajo. Su peligro radica en la existencia de
células urticantes, denominadas nidoblastos o nematocitos.
Estos nematocitos son células rellenas
de veneno que poseen un dardo o aguijón para inocularlo, denominado
nematocisto, y un “gatillo disparador” llamado nidocilio. Al entrar
en contacto con la piel de la víctima, liberan el veneno en 3 milisegundos.
La picadura de estos animales origina
lesiones que van desde un ligero escozor en la piel hasta dolorosas heridas o
incluso la muerte dependiendo de la especie.
Los perros
Los perros son blancos fáciles para las
medusas por su carácter curioso y juguetón. Las picaduras en ellos son tan
dolorosas como en las personas. En principio están más protegidos por su pelaje
y sus almohadillas plantares y palmares, que son duras, impermeables y
bastantes resistentes, pero hay localizaciones más propicias a sufrir cierto
tipo de lesiones: trufa y cavidad oral, cara interna de las orejas, abdomen y
en la región inguinal (donde el pelo es menos abundante).
Los signos que se presentan
tras la picadura de medusa en el perro son:
- Dolor
- Eritema (enrojecimiento de la piel).
- Edema (hinchazón causada por la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo).
- Prurito (picor).
- Pápulas (protuberancias de la piel).
- En algunas ocasiones pueden aparecer complicaciones como cansancio,
“llanto” y dificultades respiratorias.
¿Cómo actuar ante un caso de
picadura de medusa en el perro?
1 Intentar que no se
rasque y mantenerlo lo más quieto posible para que el veneno no se
extienda. Igualmente hay que evitar el lamido.
2 Aplicar hielo durante
15 minutos, evitando el contacto directo sobre la piel del animal (se debe
envolver con una toalla o una bolsa de plástico). Con esto se pretende provocar
el efecto de anestesia local por frío y, de este modo, reducir el dolor.
3 Examinar la piel y el
pelo en busca de restos de la medusa o sus tentáculos.
4 Retirar los mismos (siempre
hay que usar guantes ya que aún puede picar) y aclarar con agua salada.
No se debe emplear agua
dulce puesto que favorece la descarga de los nematocistos.
Simultáneamente, raspar con
cuidado la zona con, por ejemplo, una tarjeta de crédito. No hay que
utilizar agua dulce ni frotar la piel del animal, puesto que estas dos acciones
favorecen la descarga de los nematocistos.
5 Lavar con una solución de ácido acético
al 5-10% (vinagre) durante 10 o 15 minutos. Las soluciones ácidas inactivan la
descarga de los nematocistos, aunque no eliminan el dolor.
6 Secar la piel y aplicar pomadas
analgésicas (lidocaína o benzocaína), con corticoides o antihistamínicos para
aliviar la reacción alérgica.
Es
evidente que los cuidados médicos quedan reservados para los veterinarios con
formación y experiencia adecuados, pero también está claro que se producen
muchas situaciones de urgencias y emergencias en las que puedes ser de gran
ayuda si les explicas a los propietarios lo que pueden hacer en esos casos
antes de trasladar a la mascota a una clínica veterinaria
En las picaduras por medusas, la velocidad con la que actúes puede ser la
clave del éxito del tratamiento posterior
Fuente: ateuves 11 julio 2016