La Leishmaniosis canina es una zoonosis parasitaria
causada por un protozoo del género Leishmania que afecta a millones de perros
en América, Asia, África y Europa considerándose una enfermedad potencialmente
mortal.
La principal vía de transmisión en la cuenca del
Mediterráneo es la picadura de un artrópodo hembra del género Phlebotomo que
ingiere el parásito al alimentarse de la sangre de animales infectados. Sin
embargo se han descrito otras modalidades de infección como la transmisión
vertical congénita, transplacentaria o venérea.
Las principales estrategias preventivas de las que
disponemos actualmente en Europa son:
1. 1.
Control del vector transmisor de L.
infantum a nivel ambiental
Principalmente con piretroides sintéticos
como: cipermetrina, detametrina, así como organofosforados, organoclorados y
carbamatos. Para ello impregnaremos paredes, techos, porches, grietas,
cortinas, ventanas y zonas resguardadas de la luz solar directa.
2.
2. Control del vector en el
hospedador.
Con piretroides tipo: permetrina,
deltametrina, flumetina por su efecto y baja toxicidad. Se comercializan en
forma de collares, pipetas y pulverizadores.
3. 3.Fármacos
Actualmente en Europa disponemos de
una vacuna y un fármaco con distintos mecanismos de acción pero con el mismo
objetivo final: la estimulación de la inmunidad celular, activando las
principales poblaciones celulares fagocíticas, estimulando una respuesta
predominantemente Th1.
La vacunación consiste en la inoculación de proteínas
de excreción procedentes de cultivo de L.infantum y utiliza como adyuvante
extracto de tipo QA21.
El primer año se realizan 3 inoculaciones separadas
por 21 días para continuar posteriormente con un recuerdo anual.
La farmacoterapia preventiva consiste en la administración
oral de domperidona durante 30 días 3 veces al año, en Junio, Octubre y
Febrero.
La capacidad protectora más efectiva la ofrece la combinación de todas las posibilidades ( piretroides+fàrmacos) con un 0% de infectados,
seguido del uso de la domperidona 0,7% de infectados , frente a la vacunación 7,2% infectados..
En cuanto a los efectos secundarios, el uso de
agentes repelentes reportó una incidencia de efectos del 0,7% seguida del
Leisguard 1,9%, mientras que los efectos secundarios para la vacunación se
observan en un 15% de los vacunados.
Por todo ello y a pesar de la incomodidad
que pueda suponer la administración del jarabe, aconsejamos en aquellos
animales delicados, de pequeño tamaño o que han padecido alguna reacción no
deseable frente a la vacunación, realizar el tratamiento preventivo con
Leisguard jarabe.
Si desean ampliar la información
pueden ponerse en contacto con nosotros al 93.691.43.21