Los científicos llevan años alertando sobre la peligrosidad de las picaduras de garrapata. Son las principales causantes de la enfermedad de Lyme, provocada por una bacteria que inoculan estos inoportunos bichitos y que causa escalofríos, fiebre, dolor articular y rigidez del cuello. En la mayoría de las ocasiones el mal puede tratarse fácilmente con antibióticos, pero en algunos casos el asunto se complica y puede producir daños neuromotores.
La cosa no solía pasar de ahí, hasta ahora. Porque, según el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, en Estados Unidos (CDC), puede que el organismo de estos ácaros haya sido capaz de desarrollar un nuevo virus al que han bautizado con el nombre de Bourbon, ya que ha sido en esa localidad de Kansas donde se ha producido la primera víctima mortal causada por el microorganismo. Se trata de un hombre previamente sano de 50 años al que habían picado varias garrapatas. Acudió al médico tras sentir fiebre y fatiga. Una vez hospitalizado, desarrolló rápidamente una trombocitopenia (pérdida de plaquetas en la sangre) que acabó con su vida en 11 días. Todo ello a pesar de que recibió tratamiento antibiótico desde el primer momento. No sólo eso, sino que los análisis de sangre iniciales del paciente arrojaron resultados negativos para todos los virus y bacterias conocidos que transmite este tipo de animales.
Después del deceso, los médicos que atendieron al hombre enviaron muestras de su sangre al organismo encargado de referenciar las enfermedades infecciosas en Estados Unidos, el célebre CDC, donde se pudo aplicar una batería de pruebas más sofisticadas. Allí determinaron el motivo de la infección, un virus de la familia de los thogotovirus nunca antes detectado. Los thogotovirus son precisamente los agentes infecciosos más comunes en garrapatas y mosquitos, pero también pueden hospedarse en el cuerpo de mamíferos como el ser humano.
Éste, en concreto, es especialmente misterioso, ya que afectó a las células de la sangre de una manera nada habitual para este tipo de microorganismos.
Aunque es pronto para determinar si la causa última del fallecimiento fue la infección por este virus, la gran cantidad de patógeno encontrada en la sangre del enfermo hace pensar que, al menos, jugó un papel clave en el deceso.
El trabajo de los investigadores ahora consistirá en tratar de identificar el mecanismo exacto por el que el virus es capaz de provocar una reacción tan grave.
No es la primera vez que aparece un virus novedoso de estas características. En los últimos años se han detectado dos nuevas modalidades de infección por insectos en Missouri y en China.
Las autoridades sanitarias están ahora centradas en aislar los componentes genéticos de este microorganismo. No es improbable que, al igual que ocurre con los demás thogotovirus, éste también pueda encontrarse en mosquitos u otros insectos, de manera que sus posibilidades de expansión fuera de Estados Unidos no son pequeñas.
Los expertos han iniciado una campaña de información en el área de Kansas afectada para prevenir el contacto con garrapatas ante el temor que pudieran darse nuevos casos.
Fuente: la razón 27 de febrero de 2015