La
navidad es una época del año caracterizada por la profusión de elementos vegetales
en el ambiente familiar.
En
la mayoría de domicilios, además del árbol de Navidad, de toxicidad prácticamente
nula, observamos la presencia de Acebo, flor de Pascua, muérdago o tejo,
plantas muy tóxicas, e incluso mortales dependiendo de la cantidad consumida.
Debido
a que estos venenos no tienen antídoto y las consecuencias pueden ser muy
graves, ante la sospecha de ingestión se recomienda acudir al veterinario para
que le sea practicada a la mascota un lavado gástrico y se le administre carbón
activado con la finalidad de minimizar la absorción de los tóxicos.
Es
una buena práctica eliminar diariamente las bayas que se desprenden y no
colocar las macetas al alcance en especial de los cachorros.
Acebo
( Ilex aquifolium)
La
práctica totalidad de las intoxicaciones se deben a la ingestión de bayas, ya
que las hojas, que son muy tóxicas, debido a la presencia de espinas no suelen
ser ingeridas.
El cuadro se caracteriza por
síntomas de tipo gastrointestinal, con náuseas y vómitos profusos complicado
generalmente con una diarrea intensa.
Si la dosis ingerida es elevada, se presenta
sintomatología nerviosa. La ingestión de 20 bayas por un perro de talla
mediana, es suficiente para provocarle la muerte en pocas horas.
Flor
de pascua ( Euphorbia pulcherrima)
La intoxicación se produce
por el masticado de porciones de planta y a partir de la savia por contacto ocular o a través de la piel.
La ingestión provoca vomito,
diarrea, disfagia, glositis, faringitis y abundante salivación en gatos. Si la
ingestión es importante puede desarrollarse un cuadro nervioso con temblores,
delirio y coma.
La vía cutánea: dermatitis y
ampollas en la piel.
Por contacto ocular
observamos signos de afección inflamatoria con queratitis, conjuntivitis, e
incluso úlceras corneales.
Muérdago
(Viscum álbum)
La ingestión de elevadas
cantidades de frutos provoca trastornos digestivos, dolor abdominal, midriasis,
salivación, taquicardia, incoordinación, convulsiones, parálisis
y muerte por parada cardiaca.
Tejo (Taxus
baccata)
Toda la planta es tóxica.
Los síntomas son inmediatos: conducta agresiva seguida de somnolencia extrema,
trastornos gastrointestinales, midriasis, bradicardia, debilidad muscular, parálisis,
temblores, convulsiones, coma y muerte.