Veinte plantas tóxicas para tu
gato (incluidas las navideñas)
Informe original: María Vigil (el País)
Llegan las
navidades y con ello todo lo que hace que sea navidad: la familia, las cenas,
el árbol, las decoraciones en casa, en las calles, las luces. Y también hay
ciertas plantas que llegan a casa, como la poinsetia o flor de pascua, el
muérdago y el acebo.
Lo que quizás
no sabemos es que estas especies pueden suponer una amenaza para nuestros
gatos. Ellos son animales muy curiosos y les encanta mordisquear plantas. Los
gatitos tienen un mayor peligro ya que les gusta investigar todo y no ponen
límites a su curiosidad. Un gato que sale de casa seguramente sea más selectivo
o al menos tenga opción de elegir que planta muerde (aunque esto no exime de
una posible intoxicación). Pero uno que vive en el interior solo tiene acceso a
aquellas plantas que nosotros introducimos en nuestros hogares.
La toxicidad
de las distintas plantas se produce según la parte que ingieran. Hay ciertas
especies tóxicas en su totalidad (hojas, flores, raíces/bulbos, semillas) y
otras que solo alguna de las partes presenta un riesgo, como por ejemplo, los
frutos. Según el principio tóxico de cada planta podemos encontrar distintos
tipos de trastornos: digestivos, neurológicos, cardiacos o dermatológicos y
oculares.
Estas
navidades debemos tener especial cuidado si tenemos alguna de estas tres
plantas en nuestra casa: poinsetia, muérdago y acebo.
La flor de pascuaSe popularizó cuando a Joel Roberts Poinsett, embajador de Estados Unidos en México, le llamó la atención esta planta de hojas rojas. Se le ocurrió regalarla a sus amistades por navidad, que es cuando se encuentra en su máximo esplendor, y así nació la tradición.
Desafortunadamente para nuestros gatos, todas las partes de esta planta pueden producirles toxicidad ya que lo que produce los daños es la savia blanca, o látex, que circula por su interior. Su ingesta puede producir cuadros gastrointestinales con hipersalivación, irritación de las mucosas, diarreas, vómitos y dolor abdominal. Si la savia blanca de la planta entra en contacto con la piel de nuestro gato, es suficiente para producir irritación generando dermatitis y prurito (picor). Si llega a contactar con el ojo, también puede provocar trastornos oculares.
El acebo
Es un pequeño árbol conocido por sus llamativos frutos rojos que se
utilizan como adorno navideño, produce toxicidad si se ingieren tanto las hojas
como los frutos y semillas. El acebo contiene saponinas y con una dosis mínima
que ingieran, ya se producirían síntomas de intoxicación que generalmente son
gastrointestinales.
El muérdago
Popular por
traer buena suerte y felicidad a los amantes que se besan debajo de ella,
presenta unos frutos blancos relativamente tóxicos, aunque requiere una ingesta
mayor para producir una intoxicación importante. El muérdago contiene
viscotoxina y esta puede producir desde desórdenes gastrointestinales por
irritación, a daños cardiovasculares, colapso, bradicardia y disnea (dificultad respiratoria).
Pero no es
solo en Navidad cuando debemos tener cuidado con las plantas que entran en
nuestro hogar o que plantamos en nuestro jardín. Hay una gran variedad que
producen intoxicaciones en nuestros gatos.
Liliáceas y hemerocalis.
Las plantas
que suponen la mayor amenaza para nuestros felinos están muy presentes en
nuestras vidas. Son flores muy populares en ramos ornamentales, como flores de interior, y
también se venden los bulbos para plantar en los jardines. No se conoce la
sustancia que provoca su toxicidad, pero está demostrado que causa un fallo
renal agudo en los gatos. La exposición a cualquier parte de estas plantas:
tallo, hojas, flores, pistilos, estambres, raíces o polen, es suficiente para
producir una toxicidad letal. Tal es el riesgo que supone esta planta,
que aunque nuestro gato no la mordisquee, el polen que le puede caer sobre su
pelaje al pasar al lado de la planta y que más tarde ingerirá durante su
acicalamiento, es causa de alarma y pone en peligro su vida.
La flor de las liláceas se usa mucho en ramos y puede ser letal para los gatos. |
La mortalidad
en gatos que han ingerido esta planta es muy alta, y los que sobreviven pueden
padecer un daño renal permanente. Si no se les proporciona tratamiento, morirán
en tres a siete días.
La exposición a cualquier parte de las liláceas: tallo, hojas, flores,
pistilos, estambres, raíces o polen, es suficiente para producir una toxicidad
mortal
Por
desgracia, y por el elevado riesgo que supone, la única manera de evitar la
toxicidad de esta planta es evitar tenerla en nuestra casa. Para ello, no
debemos comprar ramos que las contengan ni los bulbos para plantar en el
jardín. Si nos regalan un ramo con esta flor, habría que eliminarlas y limpiar
la zona donde han estado para asegurar que no haya ningún resto de polen.
Hay otras
plantas que aunque no sea tan letales como las liliáceas, también debemos tener
especial precaución.
La adelfa, por ejemplo,
contiene glucósidos cardíacos, más conocido como digitálico, una sustancia
usada ampliamente en la medicina humana y veterinaria, que produce inhibición
de la bomba sodio-potasio y produce enlentecimiento de la actividad eléctrica
del corazón. Los síntomas que produce son bradicardia (frecuencia cardíaca
baja), arritmias ventriculares y muerte súbita. Todas las partes de la planta
son tóxicas y es suficiente con una ingesta mínima para provocar los efectos
nocivos. Otras plantas que tienen la misma toxicidad son la dedalera y la convalaria o lirio de los valles.
Las especies
de rododendro, como las azaleas, contienen una andromedotoxina que afecta a los canales de sodio en las
membranas celulares y dan lugar a disfunciones neurológicas, cardiovasculares y
gastrointestinales. Esta toxina se encuentra en toda la planta y tras ingerir
tan solo un par de hojas, pueden causar una toxicidad severa.
Una planta de calas. |
La difenbaquia, que también se encuentra con frecuencia en arreglos florales, contiene
cristales insolubles de oxalato cálcico que causan irritación mecánica de la
cavidad oral. Provocan dolor oral, inflamación severa, dificultad al tragar,
hipersalivación, depresión y anorexia. Todas las partes de esta planta son
toxicas. Los lirios de la paz, la cala y el filodendro también contienen este principio tóxico.
La lista
sigue, y no deja de sorprender la cantidad de plantas que pueden suponer un
riesgo para nuestros gatos. Pueden ser más o menos peligrosas pero también
debemos tener mucho cuidado con el aloe vera, las hortensias, las prímulas, el ciclamen, el poto, la hiedra, el lirio trepador y el laurel, entre muchos otros.
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Pero si te
gustan las plantas tanto como a mí y no quieres renunciar a poder decorar tu
hogar con ellas, no tienes por qué preocuparte, ya que también hay una amplia
lista de plantas que son seguras para nuestros gatos y con las que podemos
convivir con tranquilidad en nuestro hogar. Yo te recomiendo algunas de mis
favoritas: las orquídeas, petunias, rosas, violas, violetas africanas, fittonias, caléndulas y camelias.