El Gobierno indio ha decidido prohibir las importaciones de foie grasprocedente de ocas, patos o gansos sobrealimentados en respuesta a una
petición de la organización internacional Igualdad Animal. En 2012, este
colectivo presentó una investigación realizada en
granjas españolas y francesas que mostraba cómo el
método tradicional de alimentación forzada utilizado para la obtención de este
producto —conocido como embuchado— produce sufrimientos a las aves.
India es el primer país que no permite la importación de foie grasobtenido por alimentación forzada. En las últimas décadas, debido a la
creciente preocupación de los consumidores por el bienestar animal, otros 17
(Argentina, Austria, Dinamarca, República Checa, Finlandia, Israel, Turquía,
Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Suecia, Suiza, Países
Bajos y Reino Unido) han aprobado leyes para vetar su producción, aunque no su
importación. Solo el Estado de California (EE UU) ha ido más lejos al prohibir en 2012 su venta en tiendas y restaurantes. En 2006,
la ciudad de Chicago había decretado una norma similar, pero fue
revocada dos años después.
Según la normativa europea actual, para que un hígado de ave pueda ser
considerado foie gras debe pesar, según la
especie, entre 250 y 400 gramos (hasta 10 veces su tamaño normal), y las aves
deben haber sido cebadas mediante un proceso de alimentación forzada. La
intención de la alimentación forzada es que el animal acumule grandes
cantidades de grasa en el hígado hasta provocarle un enfermedad denominada
esteaosis hepática.
No obstante, existen otras técnicas de engorde con las que también se
consigue un hígado de gran tamaño. En 2006, por ejemplo, la empresa extremeña
La Patería de Sousa ganó un importante premio gastronómico en Francia con su
foie gras elaborado con patos engordados tras un año de crianza al aire libre,
sin necesidad de recurrir al embuchado. Los productores franceses protestaron
porque no había seguido el proceso tradicional, pero no lograron que se le
retirara el premio.